Esta obra no pertenece al Barroco, etapa en la que proliferó este género sobre todo en Holanda y España, sino que es de plena actualidad.
Se trata de un fragmento de la instalación audiovisual "Un banquete cruel. Pourquoi?" de la creadora Ouka Leele que pudo contemplarse en el Círculo de Bellas Artes de Madrid organizado por la Fundación Mainel y que parte del testimonio de la periodista Caddy Adzuba.
A estas alturas, todo el mundo sabe quién es esta mujer, los premios también sirven para esto. Si bien ya había leído sobre su labor en Okapi, emisora de radio congoleña, no había oído su testimonio (vía video, no tuve la fortuna de verla en directo).
No encuentro ninguna palabra en mi vocabulario para definir el sentimiento que me provocó, creo que fue realmente dolor físico (ya experimenté esa sensación en alguna otra ocasión pero siempre había sido en relación a momentos muy personales de pérdida o miedo)
Tras el shock, sigo manteniendo una especie de agujero en la boca del estómago cuando rememoro la crueldad del testimonio. Es por esto que no me atrevo a recomendar el video pero dejo el enlace y vuestro criterio será el culpable.
Esa visión sombría del mundo que reflejaban las composiciones barrocas, respondían a conceptos Contrarreformismas que contraponían los lujos y placeres mundanos al amor y servicio a Dios; solo la fe perdura.
En el siglo XXI no se me ocurre a qué podemos agarrarnos para conjurar tan alto nivel de degradación humana, y no me refiero tan sólo a los actores de los hechos que denuncia Adzuba, sino que incluyo a todos los que vivimos al margen de la barbarie mirando a nuestro propio ombligo e inmersos en un consumismo que se cimenta en la ignominia.
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