Se ha inaugurado el pasado 26 de Marzo el que se considera revulsivo para la renovación de Avilés tanto en el plano socio-cultural como en la fisonomía urbana. Espacio de innovación y excelencia en cultura contemporánea, sostenible y que nace como símbolo de un sueño común, de la esperanza de futuro de los asturianos ante la crisis demográfica y económica y de la capacidad creativa de un arquitecto que no se rinde al paso del tiempo.
Oscar Niemeyer, arquitecto brasileño y centenario, es el autor de la obra que lleva su nombre. Uno de los principales representantes del movimiento moderno en lationamérica y que entre otras muchas obras, planificó y construyó, junto al también brasileño Lucio Costa, la ciudad de Brasilia.
En general sus obras tienen un marcado carácter plástico con el uso de volúmenes simples que renuncian a complejidades innecesarias y que, en este caso, subrayan el concepto esencial de espacio abierto a la ciudad traducido en una amplia plaza conectada al auditorio.
Niemeyer, premio Pritzker en el 88, con sus 103 años acude todavía cotidianamente a su estudio, se considera el último comunista de América Latina, junto a Fidel Castro, y no deja de soñar. En el nº 132 de la revista Arquitectura viva, Luis Fdz. Galiano dice que “entre el sueño proletario y la fábrica de sueños, Asturias se enfrenta una vez más a su aislamiento con una síntesis onírica”. Esperemos que el sueño de todos se pueble de satisfacciones.
En este enlace os muestro las fotos que hice, teniendo en cuenta que no fue posible el acceso al interior de la cúpula ni del auditorio, y subrayando la dificultad de evitar la presencia humana que me penaliza con un día con una luz de mierda, la más habitual por otra parte (lo que me lleva a pensar que, si bien la arquitectura revaloriza y magnifica el entorno, el blanco acentúa más la tristeza del gris, por no hablar del futuro que le auguro al suelo…. y hasta aquí mi crítica)
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