De lirios azules (más bien moraos)

Nombre científico: iris germánica

Nombre común o vulgar: lirio azul, lirio cárdeno, lirio común, lirio morado, lirio Pascual
- Es frecuente que la raíz de los lirios se usara antiguamente para fabricar filtros de amor o incluso para ahuyentar los malos espíritus
- Tiene la cualidad de perfumar y mantener los olores de las demás plantas con las que se mezcla
- El jugo de su raíz puede ser usado como purgante
Luz: desde pleno sol a semisombra
Suelos: ligeramente pobres o moderadamente ricos, no está presente en suelos muy fertilizados

lunes, 14 de marzo de 2011

Japón. El zen y la experiencia de lo vacío

Hoy dedico esta entrada a Japón por razones evidentes y también porque el arte asiático no suele formar parte de los itinerarios educativos occidentales (para nuestra desgracia según mi criterio)
La filosofía Zen es el resultado de una mezcla  de filosofías e idiosincrasias de tres culturas diferentes. Es una forma de vida típicamente japonesa pero también refleja el misticismo de la India, el amor de la naturalidad y espontaneidad del Taoísmo  y el profundo pragmatismo de la mente Confucionista .
Su esencia es puramente budista  pues su objetivo es lograr la iluminación, una experiencia conocida en Zen como satori .
La iluminación en Zen no significa retirarse del mundo, sino al contrario, una activa participación en la vida cotidiana y por ello ha tenido enorme influencia en todos los aspectos de la forma tradicional de vida japonesa. Estas actividades no sólo incluyen las artes de la pintura, caligrafía, diseño de jardines, etc., y las variadas artesanías sino también   actividades ceremoniales como servir el té o el arreglo de flores, y  artes  como el tiro con arco, la espada, el judo, el karate-do, etc. Cada una de estas actividades es conocida en Japón como un do, esto es, un tao o una vía hacia la iluminación. Todas exploran varias características de la experiencia Zen y pueden ser usadas para entrenar la mente y llevarla al contacto con la realidad última. Requieren de la perfección   técnica, pero la maestría real sólo se logra cuando se trasciende la técnica y el arte se transforma en un “arte sin arte” que brota del subconsciente.
Elijo como ilustración una pintura de fines del siglo XVI de Hasegawa Töhaku (1539-1610). Forma parte de una pareja de biombos pintados en tinta monocromática y puede verse una clara influencia Zen con la característica experiencia del vacío que añade tensión a la composición y estimula la imaginación del observador. Los árboles del primer plano, de estilo impresionista y pinceladas que rozan la abstracción, pintados con tinta oscura mientras que los más lejanos apenas son visibles lo que convierte la imagen en un paisaje de ensueño, misterioso y silencioso que invita a la contemplación.

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